Licántropos:

Es un ser que posee el poder de transformarse a voluntad (después de adoptar a “Luna” como su diosa) aunque les gusta hacerlo de noche. En su faceta de animal es muy superior a un humano incluso a un vampiro claro está en fuerza lo referido; en esta característica es sin igual ya que su potencial aún es incierto solo se sabe que bajo las circunstancias adecuadas podrían destruir un edificio sin problemas; los hombres lobos actuales son descendientes de los más tradicionales aquellos que se transformaban de noche, que perdían la conciencia de noche esta clase desapareció cuando sus hijos hicieron el trato con su diosa.

¿Cómo vencer a un hombre lobo?

Pues definitivamente con balas de plata no lograras nada, es un mito más que falso, desmentido hace buen tiempo, esta creencia se originó como una broma de parte de los licántropos pues ellos usan armas de plata y como no querían comprar plata por su precio; corrieron el rumor de que esto era su debilidad, muchos lo creyeron gastaron sus balas de platas, los hombres lobos se hacían los muertos para luego ajuntar de su cuerpo las balas de plata, derretirlas y transfórmalas en armas.

Para saber cómo matar a un licántropo hay que conocer que poderes tienen ya que a diferencia de los vampiros estos comparten las mismas habilidades entre su raza las cuales son:

Fuerza extrema, visión nocturna, oído sensible a un radio de un 1 Km., olfato súper sensible a más de 5 Km., uñas muy largas, dientes filosos, armadura de pelos capaz de aguantar disparos de hasta una escopeta.

Esto claramente esta descrito en su modo lobo cuando no lo están sus habilidades son reducidas a la mitad pero claro hablamos de alguien entrenado exceptuando la armadura de pelos y atributos de bestia.

Armas extras (en modo humano)

 Transformarse no es algo que se tome a la ligera, gasta energía que fácilmente puede ser requerida en otro momento por eso este cazador nato se armó con diferentes utensilios de un guerrero: cuchillos, espadas, dagas, arcos y flechas, etc. Para así evitar usar su máximo poder cuando los enemigos no son dignos.