Era una de las comunes visitas anuales de Daniela a bosque
verde, el parque natural tenía ese aire de simpleza y conexión primitiva que le
traía bienestar, ella se sentía mejor el oxigeno de lugar le hacia olvidar sus
problemas, aunque ella no era de las que explorara mucho, no solía adentrarse
demasiado al bosque, no era una chica muy fuerte además de ser muy temerosa a
los animales.
Daniela se integró a la entrada como siempre lo hacia,
sentándose donde pudiese, buscaba
olvidar todo el dolor del pasado, buscando las respuestas de cómo llevar
su nueva vida, en tan apacible, los arboles eran los últimos viejos amigos que
le quedan, como siempre su camioneta estaba estacionada lejos del lugar, era
toda una ambientalista, disfrutaba el caminar pero sin perder el rumbo.
Su dolor parecía mitigar ante la magia del lugar, sentía que
algo en el viento le incomodaba, sabia que en esta época del año muy pocas
personas venían al lugar, aunque sentía una vaga presencia en el ambiente, sus
problemas eran más fuertes que cualquier incomodidad así que la chica continua
con su paseo.
La joven estaba un poco incomoda con todo, así que como ya
estaba llegando la noche decidió retirarse, pero de pronto la presencia que
estaba sintiendo que la asechaba comenzó a dar cara, una extraña sombra
sobrepasaba por ella a una velocidad inconcebible.
Una pausa en el tiempo su corazón casi se detiene, una mujer
con los ojos rojos y los dientes filosos estaba tras ella, Daniela no atino a
nada más que correr con todas sus fuerzas pero su débil cuerpo hizo que se
tropezara y quedara herida en el bosque.
Con las pequeñas rastras que se daba no llegaría muy lejos,
entonces la extraña mujer mordió a la chica tomándola por el cuello, aunque solo fue una pequeña
mordida no muy superficial, la chica se desmayo de la terrible experiencia.
La mujer se retiraba dejando a la chica en el piso,
dejándola a su suerte para quien sabe que, poco a poco la piel de Daniela
cambia y quizás todo en ella lo haga, olvidando todos lo que era pero
conservando su dolor se completa el primer encuentro entre estas dos mujeres
que pronto tomaran parte de una cruel guerra en “La otra cara de la luna”
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